El faro de Cádiz posee una importancia histórica comparable a la de la propia Torre de Hércules, bien porque se le atribuye al mismo fundador, o bien porque en sus orígenes, el edificio recibió el singular nombre de ``Templo de Hércules´´, del que diversas fuentes afirman que fue utilizado fundamentalmente como faro. Existen muchas referencias de geógrafos e historiadores árabes, que lo describían ya desde el siglo XII, como un espléndido edificio de varios pisos, rematado con una estatua dorada y semejante al de Alejandría.
A lo largo de su historia, el faro de Cádiz ha recibido sucesivos nombres. Uno de ellos fue el de “Torre o Faro de San Sebastián”, por la ermita del mismo nombre, que edificaron junto a él los venecianos en torno al año 1400, como muestra de agradecimiento por la ayuda que les prestó el pueblo gaditano a superar la cuarentena, tras la peste que contrajeron durante el viaje. Más tarde, en 1613, se construyó el Castillo de San Sebastián, que acogía en su interior al propio faro, con lo que el faro pasó a denominarse Faro del Castillo de San Sebastián.
El anterior faro de Cádiz, levantado sobre una torre de almenara, habría tenido su origen el 31 de Octubre de 1766, fecha en que se autorizaba su construcción conforme al proyecto que tan sólo un mes antes había firmado el ingeniero Director del Ejército Antonio de Gaver. Dos años después se ejecutaba el de la armadura que habría de cobijar su linterna Estaba realizado en piedra. Por vía experimental, en 1818, se utilizó gas hidrógeno, extraído del carbón de piedra, para alumbrar.
Este faro recibió sucesivas modificaciones y reparaciones, hasta que en 1898, el gobernador militar de Cádiz, a la sazón duque de Nájera, ordenó su derribo, al considerarlo punto de referencia para un posible ataque americano durante la efímera guerra Hispano-Norteamericana. Una década después, y a 70 metros del primitivo faro, se construiría la nueva torre que hoy ilumina las costas gaditanas.
El nombre de Faro del Castillo de San Sebastián fue sustituido oficialmente en 1914 por el de “faro de Cádiz” por la confusión que originaba la existencia de dos faros con ese mismo nombre: el de la provincia de Gerona, y el faro de Igueldo en Guipúzcoa, que también recibía el nombre de San Sebastián por su proximidad al puerto. Posteriormente, en 1994, una Orden Ministerial lo adscribió a la Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz bajo su actual denominación.
CURIOSIDADES:
Dos condiciones imponía el Ministerio de la Guerra para autorizar la construcción de la torre: la primera se refiere al poco volumen y ligereza que debe presentar para disminuir su visibilidad; y la segunda, la facilidad en desmontarla para hacerlo con rapidez en caso de guerra. Las dos difíciles de conseguir en una torre de tanta altura y con una linterna de tanto diámetro.
CURIOSIDADES:
Dos condiciones imponía el Ministerio de la Guerra para autorizar la construcción de la torre: la primera se refiere al poco volumen y ligereza que debe presentar para disminuir su visibilidad; y la segunda, la facilidad en desmontarla para hacerlo con rapidez en caso de guerra. Las dos difíciles de conseguir en una torre de tanta altura y con una linterna de tanto diámetro.
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